Cuando la escor es caliente, de verdad caliente, no es necesario preguntar. Eso se sabe, lo cuentan, todos se enteran. Si pregunta y le dicen, no es caliente, es buena actora.
A las calientes le tocan la puerta y siguen ahí, chupando, tirando. No te dejan tener entre tiempo, te piden ellas la segunda patita y cuando te vas, esperan con ansiedad que llegue el siguiente brad pit. Cuando no están trabajando o cuelgan el colalés, hechan de menos la pega.
Así que, atentos, que no debe andar lejos